En el caso de España, el periodo histórico que conocemos como movimiento moderno (1925-1965) se caracteriza por la escasez de mujeres en el ejercicio de la arquitectura, una profesión tradicionalmente masculina, también en la actualidad. Uno de los cambios más relevantes que sufrió la profesión en los años setenta del pasado siglo XX fue la progresiva incorporación de mujeres a los estudios universitarios de arquitectura y al ejercicio pleno de la profesión. Esta incorporación tuvo como punto de inflexión el final de Régimen de Franco y los cambios políticos, sociales, legislativos y culturales que trajo consigo la transición hacia la democracia, y que afectaron enormemente a la vida de todas las mujeres.
En unos años marcados por la segunda y la tercera ola feminista, las arquitectas españolas comenzaron a ejercer la arquitectura en pleno debate en torno a la crisis de la modernidad y el inicio y asentamiento de la cultura posmoderna. Este proyecto tiene como objetivo analizar críticamente el trabajo realizado por arquitectas que ejercieron la arquitectura en el último tercio del siglo XX y contextualizarlo en la historiografía de la cultura arquitectónica española.
Por un lado, el proyecto pretende datar con rigor a través de un estudio estadístico desglosado por género, cómo ha sido la evolución de arquitectos y arquitectas en España, y, por tanto, la incorporación de mujeres a la profesión. Para ello, se cuenta con el apoyo de Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE). Por otro lado, se quiere realizar un estudio cualitativo de obras de arquitectura ideadas por mujeres. Para ello, se parte de una hipótesis de trabajo basada en dos aspectos: