La muralla medieval forma parte de la nueva línea defensiva construida en 1357, que protegía el barrio de La Magdalena constituido en el siglo XIII, fuera de los límites de la ya existente muralla romana. Ambas construcciones fortificadas tienen la misma función pero visualmente son diferentes debido al material en que han sido construidas: piedra (muralla romana) y ladrillo (muralla medieval). Dicho muro medieval fue reparado en numerosas ocasiones tras el paso del tiempo, los impactos y el desgaste del material, en ocasiones se reforzaba con sillares procedentes de la muralla romana.
Las labores de recuperación más notables producidas en dicha muralla medieval fueron realizadas por la arquitecta Úrsula Heredia Lagunas, en su momento arquitecta del Ayuntamiento de Zaragoza. Dichas labores comenzaron en 1986 mediante un Plan especial de recuperación que supuso la demolición de dos casas que se apoyaban sobre ella. Estos trabajos continuaron en 1987 con la recuperación de uno de los torreones de los cuatro que seguían en pie, realizando en él trabajos estructurales y de reconstrucción del remate almenado; no solo se actuó en el torreón sino también en la arcada con bóveda de cañón a través de la cual se abre el torreón a la parte posterior. Por último, se actuó en los paños colindantes de la muralla, cuya recuperación permitió el análisis y entendimiento de la disposición original y las características constructivas que tenía la autentica muralla medieval.